Viernes 24 de octubre de 2025
Viernes 24 de octubre de 2025
loader-image
temperature icon 23°C

Recesión confirmada y salarios en picada: la economía argentina enfrenta su peor caída en años

La economía argentina atraviesa un deterioro sostenido que ya se traduce en recesión técnica, con salarios que pierden poder de compra y un consumo que se congela. Los últimos informes de la Universidad Di Tella y del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) confirman un cuadro que combina contracción productiva, inflación persistente y caída de ingresos, sin señales de recuperación en el corto plazo.

Una recesión prácticamente confirmada

El Índice Líder de la Universidad Torcuato Di Tella, que anticipa los cambios de fase del ciclo económico, indicó que la probabilidad de que el país esté en recesión supera el 98%. En septiembre, el indicador registró una caída mensual del 0,85%, acumulando seis meses consecutivos de bajas en su serie tendencia-ciclo.

En términos interanuales, la contracción fue del 1,52%, lo que confirma que la desaceleración se convirtió en una crisis abierta. El relevamiento refleja un contexto marcado por tasas de interés elevadas, atraso cambiario, paritarias frenadas e inflación persistente, un combo que paralizó el consumo y golpea de lleno a la producción.

El Índice se ubicó en 121,03 puntos (base 2004=100), con solo tres de las diez variables que lo integran mostrando un leve repunte: confianza del consumidor, despachos de cemento y precios de minerales no metálicos. El resto se desplomó, arrastrando el promedio general.

Según la Di Tella, “en septiembre de 2025 la probabilidad de salir de la fase expansiva se ubica en 98,01%”. En otras palabras, la economía argentina ya está inmersa en una recesión.

Bancos y consultoras también ven una caída profunda

El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central coincide con el diagnóstico: el PBI habría caído 0,6% en el tercer trimestre, acumulando dos trimestres consecutivos de contracción, el umbral técnico de recesión.

A este panorama se suma una inflación que no perforará el 2% mensual en lo que resta del año, con consumo y crédito paralizados. Los analistas privados estiman que la tasa de desempleo ya alcanzó el 7,5% y podría cerrar el año en torno al 7,2%, mostrando un deterioro del mercado laboral.

Aunque algunas consultoras anticipan un rebote marginal hacia fin de año, la magnitud de la caída deja poco margen para el optimismo. El crecimiento esperado para 2025 fue recortado a 3,9%, y dependerá de una recuperación significativa del poder adquisitivo, algo que por ahora parece lejano.

Salarios y jubilaciones en caída libre

El otro frente de la crisis pasa por los ingresos. De acuerdo con el Observatorio Paritario del CEPA, los aumentos acumulados hasta el tercer trimestre quedaron 3,2% por debajo de la inflación, consolidando la pérdida del salario real.

La política del Gobierno de congelar o postergar paritarias para contener la inflación terminó impactando directamente en los bolsillos. Con los acuerdos cerrados hasta diciembre, los sueldos cerrarían el año 5,3% por debajo del IPC anual.

En el sector público, la caída es alarmante: los salarios están 19% por debajo del nivel de diciembre de 2023, y cada trabajador estatal perdió en promedio $8,1 millones desde el inicio de la gestión de Javier Milei. En el sector privado, los sueldos se ubican cinco puntos por debajo de los niveles previos a la actual administración, con una pérdida estimada de $1,7 millones por trabajador.

El panorama de los jubilados es aún más grave: su poder adquisitivo está 23% por debajo del de 2023, con una pérdida acumulada de $4 millones por persona.

Inflación persistente, consumo paralizado

El Banco Central proyecta una inflación mensual de entre 2% y 2,1% para el último trimestre del año. Sin embargo, los acuerdos paritarios se ubican bastante por debajo: 1,3% en octubre, 1,6% en noviembre y apenas 1% en diciembre.

La consecuencia directa es un consumo en retroceso: las ventas minoristas caen, el uso de tarjetas de crédito se desploma y los créditos personales se mantienen en mínimos históricos. La morosidad de los préstamos familiares se encuentra en su punto más alto en 16 años, y crece la cantidad de personas endeudadas por más de $200.000.

En los hogares, el impacto es visible: las familias ajustan gastos, postergan compras y recurren al crédito para llegar a fin de mes. La caída del salario real, lejos de estabilizar la economía, profundiza la recesión al reducir la demanda interna.

El dilema del Gobierno

La estrategia del Ejecutivo de frenar paritarias para enfriar la inflación derivó en una contracción generalizada del consumo y la producción. Sin recomposición salarial, no hay señales de reactivación.

Pese a las proyecciones de un posible alivio estacional hacia fin de año, el escenario sigue siendo de salarios estancados, inflación firme y actividad económica en retroceso. En los próximos meses, la clave estará en cómo el Gobierno logre equilibrar la necesidad de ajuste fiscal con la creciente presión social por la pérdida del poder adquisitivo.

Scroll al inicio