Viernes 26 de diciembre de 2025
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Salarios que empatan, jubilaciones rezagadas y empleo precario: el mapa laboral de fin de año

El cierre de 2025 deja una postal laboral atravesada por contrastes. Los salarios formales lograron, en algunos casos, moverse apenas por encima de la inflación, pero sin consolidar una recuperación sostenida del poder adquisitivo. Al mismo tiempo, jubilaciones mínimas que siguen muy lejos de cubrir las necesidades básicas, paritarias tensas en el sector público y un mercado de trabajo cada vez más precarizado completan un escenario frágil que también impacta en la Región Capital.

Según los últimos datos oficiales del INDEC, los salarios crecieron en octubre un 2,5%, apenas por encima de la inflación del 2,2%. El número, leído en frío, podría sugerir una leve mejora, pero distintos análisis privados advierten que se trata más de un “empate técnico” que de un cambio de tendencia.

Desde la Fundación Libertad y Progreso señalaron que la recuperación salarial sigue siendo inestable y muy dependiente del ritmo de los precios. “El salario empezó a recomponerse rápido, pero aún está por debajo de su último techo relativo desde el cambio de gobierno”, explicó el economista Iván Cachanosky. Para 2026, el panorama podría mejorar solo si la inflación logra desacelerarse de manera sostenida hacia niveles cercanos al 1% mensual, algo que hoy sigue siendo una apuesta.

Jubilaciones: un aumento que no alcanza

El cuadro es aún más delicado entre los jubilados. La ANSES confirmó que en enero la jubilación mínima será de $349.299,32, con un aumento nominal cercano a los $9.000. Con el bono congelado en $70.000 —sin cambios desde hace casi dos años—, el haber mínimo de bolsillo quedará en $419.299.

Si bien ese monto supera por poco la canasta básica individual que mide el INDEC, queda muy lejos de la canasta específica para adultos mayores que elabora la Defensoría de la Tercera Edad, estimada en más de $1,5 millones. La brecha no es menor y vuelve a poner en discusión el deterioro del ingreso previsional en un contexto de subas constantes de medicamentos, servicios y alimentos.

Estatales en alerta y paritarias al límite

En el sector público, el clima es de creciente tensión. La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) anticipó que el Gobierno nacional convocará a paritarias con una oferta del 2% y un bono por única vez de $50.000, propuesta que el gremio calificó como insuficiente.

“Más del 70% de los estatales está por debajo de la línea de pobreza”, advirtió Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, quien también apuntó contra UPCN por avalar acuerdos por debajo de la inflación. La advertencia no es menor: en un contexto de pérdida salarial acumulada, el pluriempleo se consolida como una estrategia de supervivencia y la conflictividad aparece como una variable en ascenso.

Paritarias privadas: quiénes empataron y quiénes no

En el sector privado, las negociaciones mostraron resultados dispares. Algunos gremios lograron acuerdos que, al menos, empatan o superan levemente la inflación, como Aceiteros, Bancarios, Metalúrgicos, Seguros o Maestranza. Otros, como Comercio, Construcción o Sanidad, cerraron subas más moderadas y continúan renegociando para no seguir perdiendo terreno.

El denominador común es la fragmentación: aumentos escalonados, sumas no remunerativas y revisiones permanentes que reflejan la dificultad de proyectar ingresos en un contexto macroeconómico todavía inestable.

Más empleo, pero de peor calidad

El último informe de la consultora Analytica agrega otra capa de complejidad. Aunque el empleo mostró una leve mejora en el tercer trimestre, la calidad de los puestos creados sigue deteriorándose. La informalidad avanzó al 43,3% de los ocupados y el 85% de los nuevos empleos se concentró en trabajos inestables y de bajos ingresos.

El fenómeno se profundiza entre los trabajadores por cuenta propia, donde la informalidad supera el 64%, y golpea con fuerza a los jóvenes, que enfrentan mayores dificultades para acceder a empleos formales. En los grandes aglomerados urbanos —como el Gran Buenos Aires y áreas metropolitanas comparables— la desocupación sigue siendo más alta que en ciudades más pequeñas, una dinámica que también interpela a La Plata y su zona de influencia.

Un equilibrio frágil

El cierre del año deja, en síntesis, un equilibrio laboral precario. Salarios que apenas acompañan a los precios, jubilaciones muy rezagadas, paritarias tensas y un mercado de trabajo que crece, pero con empleos cada vez más frágiles. Para la Región Capital, donde conviven empleo público, servicios y trabajo informal, el desafío no es solo generar más puestos, sino mejorar la calidad de los ingresos en un contexto que sigue exigiendo cintura… y paciencia.

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