El candidato a diputado nacional de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli, buscó desmarcarse de las polémicas declaraciones de su compañera de lista, Karen Reichardt, quien calificó de “enfermedad mental” al voto kirchnerista. “Fue una expresión desafortunada. No estoy de acuerdo”, aseguró el dirigente en declaraciones radiales.
Las palabras de Reichardt, exvedette y actual vocera de campaña designada por Javier Milei, generaron una fuerte controversia en redes sociales y dentro del propio espacio libertario. En una entrevista con radio Rivadavia, la candidata había señalado que “en octubre hay que ir a buscar al electorado que no fue a votar, el del PRO, porque el otro es una enfermedad mental”. Luego intentó matizar sus dichos, aunque sin retractarse: “No dije enfermos mentales, dije enfermedad mental. Es una manera de decir cuando tenés un chip difícil de cambiar”.
Frente al impacto mediático, Santilli adoptó un tono conciliador, pero marcó distancia. “No comparto la forma en que lo dijo. Es importante que como espacio demos un mensaje coherente, centrado en propuestas y no en descalificaciones hacia quienes piensan distinto”, sostuvo. Según el dirigente, el foco de la campaña debe estar en los problemas reales de los bonaerenses: “Las pymes, los comerciantes y los emprendedores nos dicen que no aguantan más los impuestos. La reforma fiscal es inminente”.
El candidato insistió en que el desafío central de LLA es ofrecer soluciones concretas frente a la presión impositiva, el desempleo formal y la inseguridad, especialmente en los municipios del conurbano. “No podemos volver a una Argentina de piquetes y pobreza. Necesitamos un país donde trabajar y producir sea posible”, expresó.
Reichardt, bajo la lupa
Reichardt, segunda en la lista bonaerense de LLA, se convirtió en protagonista involuntaria de la campaña tras una serie de declaraciones de tono discriminatorio que trascendieron en los últimos días. La dirigente, nacida y criada en el ambiente televisivo, ya había sido señalada por expresiones racistas y clasistas en publicaciones de redes sociales de años anteriores.
Entre sus frases más polémicas se destacan afirmaciones como “Banfield es un asco”, “hay que hacer un muro para separar a los kirchneristas” o “no hay negro que no destiña”. También llegó a escribir en 2016 que “hay que educar a los hombres y mujeres de las villas sobre la natalidad” y que “los que reciben planes deben pagar aunque sea 100 pesos por mes”.
A pesar de las críticas, el propio Javier Milei decidió mantenerla en la lista, luego de haberla promovido a ese lugar tras la caída política de José Luis Espert, investigado por presunto lavado de dinero vinculado al empresario Fred Machado, detenido en Estados Unidos por narcotráfico y fraude financiero.
En ese contexto, la campaña libertaria en la provincia enfrenta un escenario complejo, con un discurso tensionado entre el intento de moderación de Santilli y las reiteradas declaraciones de Reichardt, que exponen una veta radicalizada y confrontativa dentro del espacio.
Un mensaje al electorado bonaerense
Santilli, quien busca fortalecer su perfil como figura de gestión dentro de LLA, insistió en la necesidad de “hablarle a todos los bonaerenses, incluso a los que piensan distinto”. Para el candidato, “la política debe recuperar la capacidad de diálogo, porque los problemas de la gente son reales y urgentes”.
En La Plata y el Gran Buenos Aires, el libertarismo busca crecer sobre la base del voto desencantado del PRO y del peronismo no alineado. Sin embargo, los dichos de Reichardt podrían complicar esa estrategia, especialmente en los sectores medios urbanos donde las expresiones de intolerancia generan rechazo.