Un cuarto intermedio alarga la tensión en La Plata: el kirchnerismo fracasa en bloquear al gobernador, mientras La Cámpora y el Frente Renovador se enfrentan a un quorum al límite y un final incierto. ¿Qué pasará cuando se reinicie la actividad legislativa?
La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires se convirtió este jueves en el epicentro de una pulseada política que mantiene en vilo el calendario electoral de 2025. Lo que prometía ser una sesión definitoria para resolver la suspensión de las PASO y el futuro del desdoblamiento electoral impulsado por el gobernador Axel Kicillof terminó en un nuevo impasse: tras un inicio con quorum ajustado y tensiones al rojo vivo, los legisladores votaron extender el cuarto intermedio, dejando las definiciones en el aire.
El recinto, ubicado en el corazón de La Plata, comenzó la jornada con un clima cargado de expectativas. La presencia de La Cámpora y el Frente Renovador, alineados con Máximo Kirchner y Sergio Massa, marcó un giro respecto de sesiones previas, donde ambos sectores habían esquivado las bancas para evitar dar quorum. Esta vez, se sentaron junto a legisladores del radicalismo y de los denominados «libertarios díscolos», un grupo disidente de La Libertad Avanza con vínculos históricos al massismo. Sin embargo, la unidad aparente no alcanzó para destrabar el nudo político.
El kirchnerismo, con el respaldo de La Cámpora y el Frente Renovador, intentó acelerar un proyecto que bloquee el desdoblamiento electoral, una movida que Kicillof defiende como clave para autonomizar la agenda bonaerense de la nacional. La propuesta, basada en un texto del diputado massista Rubén Eslaiman, buscaba establecer elecciones concurrentes —es decir, unificar la fecha de los comicios provinciales con los nacionales del 26 de octubre— y suspender las PASO. Pero el plan chocó con la resistencia del kicillofismo, que insiste en separar las elecciones para fortalecer su estrategia territorial.
La sesión arrancó con un quorum raspado, fruto de una negociación contrarreloj entre los bloques. Los legisladores afines al gobernador, nucleados en el Movimiento Derecho al Futuro, se mantuvieron firmes en su postura, mientras sectores del PRO y La Libertad Avanza observaban desde una posición ambigua: algunos abiertos a negociar con el kirchnerismo, otros inclinados a respaldar el desdoblamiento. El radicalismo, por su parte, mostró fisuras: mientras un ala acompañó el quorum, otra se mantuvo reticente a avalar cualquier iniciativa que no contemple las primarias.
A medida que avanzaba el debate, las diferencias se hicieron insalvables. Fuentes legislativas aseguran que el kirchnerismo intentó introducir una cláusula de concurrencia sobre tablas, pero la falta de consenso forzó la pausa. «No hay acuerdo ni dentro de Unión por la Patria ni con la oposición», confió a este medio un diputado presente en el recinto. La votación para pasar a cuarto intermedio, aprobada por mayoría, reflejó la parálisis: nadie quiere ceder, pero tampoco hay votos suficientes para imponer una línea.
Mientras tanto, a pocos metros de la Legislatura, Kicillof cerraba un plenario en el Teatro Argentino de La Plata, donde evitó anuncios tajantes pero dejó entrever su determinación. «El calendario electoral es mi responsabilidad», había remarcado días atrás, sugiriendo que, de no haber resolución legislativa, podría avanzar por decreto con el desdoblamiento. El deadline, según su entorno, es hoy: si la sesión de las 17 no trae definiciones, el gobernador estaría listo para mover sus fichas.
La interna peronista, con Cristina Kirchner y Máximo en un corner y Kicillof en el opuesto, escala a un punto crítico. La Cámpora y el Frente Renovador apuestan a condicionar al gobernador, mientras él busca emanciparse con el apoyo de intendentes y una base propia. En el medio, la oposición juega sus cartas: los libertarios díscolos negocian con el massismo, el PRO duda y el radicalismo se debate entre la unidad y sus propios intereses.