La relación entre Javier Milei y Mauricio Macri atraviesa su momento más crítico. Tras la escandalosa sesión fallida por la Ley de Ficha Limpia en el Congreso, el distanciamiento entre ambos líderes parece haberse consolidado, con consecuencias que ya impactan tanto en el tablero nacional como en la política bonaerense. El intento de acuerdo entre La Libertad Avanza (LLA) y sectores del PRO en la provincia de Buenos Aires se encuentra virtualmente clausurado.
La sesión de Ficha Limpia, promovida como bandera ética, terminó siendo el detonante del quiebre. Desde la Casa Rosada señalaron a Macri como responsable del rechazo al proyecto, al acusarlo de haber pactado con Cristina Fernández de Kirchner. La respuesta del ex presidente no tardó en llegar: “No puedo creer lo poco que me conocés. La desilusión que tengo es infinita”, escribió en redes, en respuesta a una dura intervención de Silvia Lospennato que el PRO difundió con intención directa. Incluso tildó a Milei de “alucinador”, expresión que marca la degradación del vínculo.
En el oficialismo aprovecharon la tensión para enviar señales al interior del PRO: trascendió que buscarían una reunión con Diego Santilli, lo que se interpretó como una jugada para marginar a Macri del armado electoral. El nombre de Cristian Ritondo aparece también en ese juego de alianzas, a la espera de resultados que definan su posicionamiento.
La interna que arde en la Ciudad y los efectos sobre Provincia
La campaña en la Ciudad de Buenos Aires, clave para el macrismo, transcurre con el PRO intentando sostener su hegemonía desde 2007. Sin embargo, los sondeos colocan al peronista Leandro Santoro en primer lugar, mientras que Manuel Adorni (LLA) y Silvia Lospennato (PRO) compiten por el segundo puesto. En este contexto, Milei y su entorno apuestan a golpear con fuerza al macrismo, confiados en que un mal resultado en la capital debilitaría aún más la figura de Macri.
En el PRO temen que la foto del domingo los ubique más cerca del ex jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta —a quien buscan despegar de la actual conducción— que de La Libertad Avanza. Desde el círculo de Larreta acusan directamente a los Macri por la crisis interna, y recuerdan que durante el verano no hubo ninguna oferta concreta que justificara la unidad.
Mientras tanto, la estrategia del oficialismo libertario se basa en una campaña agresiva, con fuerte carga crítica contra la gestión PRO. Aunque Santiago Caputo no logró ubicar candidatos propios en las listas porteñas, fue uno de los principales impulsores del tono confrontativo.
Ficha Limpia: el golpe final a un pacto frágil
En el entorno macrista consideran que el fracaso legislativo de Ficha Limpia fue una operación del Gobierno. Aseguran que se los arrastró a una sesión sin contar con los votos y que la maniobra para que el proyecto naufragara fue deliberada. “Hacía rato no veía una operación política de tan alto nivel”, admitió una senadora PRO, convencida hasta último momento de que el texto sería aprobado.
Desde ese punto, las posiciones se endurecieron. Un sector del PRO busca capitalizar la tensión para correr a Macri del eje de poder partidario y avanzar en acuerdos con LLA sin su tutela. “Mauricio pasó de ser el garante de gobernabilidad a discutir una lista legislativa”, ironizan desde ese espacio.
Las urnas del interior como termómetro político
Los resultados del último domingo en provincias como Salta, Jujuy, San Luis y Chaco también reconfiguran el escenario. La Casa Rosada celebró el triunfo en la capital salteña y un acuerdo en Chaco con el radical Leandro Zdero, que dejó a Jorge Capitanich en segundo lugar. En el peronismo, en cambio, la preocupación crece por el ausentismo electoral —en algunos distritos superó el 10%— y por el fracaso de listas donde Cristina Kirchner intervino.
Para Axel Kicillof, que desdoblará las elecciones bonaerenses en septiembre, la baja participación es una señal de alarma. Aunque mantiene diferencias con la ex presidenta, sabe que el peronismo llega debilitado al tramo final del calendario electoral.
En paralelo, puertas adentro del Gobierno libertario se intensifica una disputa entre Karina Milei y Santiago Caputo. El consultor diseñó estrategias diferentes según la provincia, y la hermana del Presidente parece no estar dispuesta a tolerar críticas internas a su círculo más cercano.
La Provincia, un tablero en disputa
Mientras tanto, la posibilidad de un acuerdo en la provincia de Buenos Aires sigue siendo una incógnita. En LLA, algunos sectores promueven arreglos unilaterales, incluso antes de octubre. Otros, como Caputo, sugieren concentrar todos los recursos para esa fecha clave. La decisión final dependerá de los resultados en la Ciudad y de la lectura política que Milei y su entorno hagan de la performance del PRO.
Lo que parece claro es que la ruptura con Macri no tiene vuelta atrás. Y ese distanciamiento puede modificar no solo el futuro de la coalición libertaria, sino también la estructura de poder dentro del PRO, especialmente en territorio bonaerense, donde se juega gran parte del mapa político nacional.