En una sesión cargada de internas y señales políticas, el Senado de la provincia de Buenos Aires logró destrabar la designación de 131 jueces y funcionarios judiciales, aunque sigue sin alcanzar consensos sobre uno de los temas más sensibles de la agenda legislativa: el regreso de las reelecciones indefinidas.
El tratamiento de los pliegos se resolvió cerca del mediodía en la Comisión de Asuntos Constitucionales, tras intensas negociaciones que se arrastraban desde fines de 2024. Originalmente, el paquete contemplaba 205 pliegos judiciales, pero las diferencias internas en el oficialismo, especialmente por cargos clave en La Matanza, obligaron a postergar la aprobación de 74 de ellos, que seguirán en discusión entre el peronismo y la oposición.
La Matanza fue, una vez más, epicentro de las disputas. La pulseada entre la vicegobernadora Verónica Magario y el diputado camporista Facundo Tignanelli tensó las negociaciones sobre algunos cargos en ese distrito. Incluso, durante la sesión, Tignanelli se dejó ver por los palcos del Senado para seguir el debate de cerca, en una postal que dejó en evidencia la intensidad de las diferencias.
Otro dato que no pasó desapercibido fue la decisión de Magario de cerrar el palco de prensa, lo que obligó a los periodistas a seguir la sesión desde el hall de ingreso a través de una pantalla. La medida generó malestar entre los cronistas acreditados, aunque fuentes legislativas deslizaron que el motivo habría sido que el sonido de los celulares molestaba al bloque peronista ubicado justo debajo del palco.
La sesión, que fue la primera ordinaria del año, también respondió a un reclamo de la oposición, que viene exigiendo que se reactive el funcionamiento legislativo. Desde noviembre pasado, el Senado no había sesionado ni habilitado el trabajo en comisiones, lo que dejó más de medio año de expedientes acumulados sin tratamiento.
Sin embargo, el avance logrado en materia judicial no se trasladó al otro eje caliente del debate: la posibilidad de reinstaurar las reelecciones indefinidas para intendentes y legisladores. Hoy hay dos proyectos en danza: uno impulsado por el kirchnerismo, que habilita la reelección solo para legisladores, y otro promovido por el sector más cercano a Axel Kicillof, que incluye también a los jefes comunales. Ninguno de los dos logra por ahora sortear el freno de la propia interna peronista.
El pasado viernes, Magario decidió mover fichas y giró el proyecto “axelista” a comisión, lo que habilitaba un posible tratamiento esta semana en el recinto. Pero finalmente, ese debate no se concretó, y el tema volvió a quedar en suspenso.
La resistencia no proviene únicamente de la oposición: incluso dentro del oficialismo hay fuertes tensiones entre los sectores que responden a Kicillof y los más ligados al kirchnerismo duro. Recién cuando logren ordenar sus diferencias, podrán salir a buscar los votos necesarios en Juntos por el Cambio. Esos apoyos existen, pero los bloques opositores exigen primero un acuerdo interno en el peronismo.
Con este escenario, las reelecciones indefinidas seguirán siendo una cuenta pendiente, al menos por ahora.
