El presidente Javier Milei decidió respaldar públicamente la campaña desplegada en redes por funcionarios y militantes libertarios para blindar a su hermana, Karina, en medio del escándalo por coimas en el área de Discapacidad y de la dura derrota electoral en la provincia de Buenos Aires.
Con el lema “Sin Karina no hay Milei”, dirigentes como el cineasta oficial Santiago Oria difundieron mensajes que exponen la dependencia personal y política del mandatario hacia su hermana, secretaria general de la Presidencia y figura central de La Libertad Avanza.
Una defensa que expone vulnerabilidades
“Javier es Karina, Karina es Javier. No hay fenómeno Milei, no hay revolución liberal sin ella”, escribió Oria en X, en un mensaje replicado por el propio presidente. Otros referentes, como la cuenta Escuela Austríaca, insistieron en la idea de que Karina es quien sostiene emocional y políticamente a Milei.
El operativo digital, lejos de contener la crisis, profundizó las críticas dentro y fuera del oficialismo. La consigna terminó por admitir que el Presidente no puede gobernar sin el respaldo de su hermana, en momentos en que sectores de su propia fuerza reclaman desplazarla del círculo de poder tras el fracaso electoral bonaerense y la investigación judicial que la salpica.
Internas a cielo abierto
La derrota en Buenos Aires dejó heridas abiertas en la mesa chica libertaria. Santiago Caputo, hasta ahora socio estratégico de los Milei, quedó en la mira y sus allegados fueron señalados como responsables de alimentar versiones contra Karina. La creación de una nueva mesa política en Casa Rosada, con el ascenso de Lisandro Catalán como ministro del Interior, buscó equilibrar tensiones, pero el control de la hermana del Presidente sigue intacto.
En paralelo, funcionarios como Guillermo Francos y Luis “Toto” Caputo hicieron saber su malestar por la falta de conducción política, mientras desde el PRO observan con desconfianza los movimientos internos. Incluso figuras como Mauricio Macri y Patricia Bullrich presionan para retomar un vínculo directo con Milei, inquietos por la deriva de la gestión.
El impacto en la política nacional y bonaerense
La situación tiene impacto directo en la provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof capitalizó el triunfo y reforzó su liderazgo dentro del peronismo, en contraposición con un oficialismo libertario golpeado y dividido. En La Plata, la pulseada nacional se sigue con atención: el resultado bonaerense no solo evidenció la caída del respaldo social al Gobierno, sino también la debilidad estructural de un proyecto que hasta ahora se sostenía en tres pilares —ajuste fiscal, estabilidad inflacionaria y distancia con la “casta”—, de los cuales dos quedaron en crisis.
Mientras tanto, el caso de las coimas en Discapacidad, que involucra a Eduardo “Lule” Menem y otros armadores de LLA, avanza en la Justicia y amenaza con extender la crisis. Este lunes Milei presentará el Presupuesto 2026 en cadena nacional, en lo que buscará ser un gesto de control político y ratificación de su plan económico, aunque sin señales de un cambio real en el esquema de poder.
El futuro de Milei, atado a Karina
A pesar de las presiones internas y externas, Milei insiste en sostener a su hermana como pieza inamovible del gobierno. Para él, Karina no es solo funcionaria, sino el sostén emocional que garantiza su permanencia en la Casa Rosada. Pero esa defensa, expuesta en redes y amplificada en plena tormenta política, deja al descubierto la mayor vulnerabilidad de su administración: la dependencia de un vínculo personal en lugar de un sistema institucional sólido.
Con las elecciones de octubre en el horizonte y una oposición fortalecida en la provincia de Buenos Aires, la pregunta que se abre es hasta qué punto la defensa cerrada de Karina Milei puede sostener un proyecto que ya muestra fracturas en su propia base de poder.