Jueves 21 de agosto de 2025
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“Somos Buenos Aires”: la fractura que expone la crisis radical en el Senado bonaerense


La creación del bloque “Somos Buenos Aires” por parte de Máspoli y Celillo formalizó una ruptura que venía gestándose desde el cierre de listas. La interna radical dejó fuera de juego a figuras como Abad, Monzó y Stolbizer, y reconfiguró el mapa legislativo con alianzas que cruzan al peronismo no K y la Coalición Cívica.

La Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense atraviesa una de sus crisis más profundas en años. La fractura del bloque de senadores en la Legislatura provincial, con la creación del espacio “Somos Buenos Aires” por parte de Agustín Máspoli y Alejandro Celillo, no solo expone las tensiones internas del centenario partido, sino que también reconfigura el tablero político de cara a las elecciones del 7 de septiembre.

La ruptura se formalizó tras el cierre de listas, un proceso que dejó heridas abiertas. Miguel Fernández y Pablo Domenichini impulsaron un esquema electoral que relegó a referentes históricos como Maximiliano Abad, Emilio Monzó y Margarita Stolbizer, quienes quedaron fuera de los lugares relevantes en las nóminas. El nuevo armado incluyó acuerdos con sectores del peronismo no kirchnerista, vecinalistas y la Coalición Cívica, dando forma a un frente que busca posicionarse como alternativa de centro alejada de los extremos.

El detonante final fue la propuesta de Ariel Bordaisco para cambiar las autoridades del bloque UCR-Cambio Federal, lo que generó un fuerte rechazo por parte de Máspoli, quien consideró que la discusión debía darse dentro del radicalismo y no por imposición. La maniobra terminó con Bordaisco al frente del bloque oficialista y con Máspoli y Celillo presentando una carta formal para constituir “Somos Buenos Aires” como nuevo espacio parlamentario.

La Cámara Alta quedó así dividida: UCR-Cambio Federal con seis integrantes, entre ellos Bordaisco, y “Somos Buenos Aires” con solo dos senadores. Aunque numéricamente menor, el nuevo bloque representa un giro estratégico que podría influir en futuras negociaciones legislativas, especialmente en un Senado donde el oficialismo necesita acuerdos para avanzar con leyes clave.

La fractura radical no solo achica su peso institucional, sino que también deja al descubierto una disputa por el liderazgo provincial. La falta de consenso, los realineamientos y las fugas internas configuran un escenario de alta volatilidad, donde la UCR bonaerense parece más enfocada en sobrevivir que en disputar poder.

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