Sábado 12 de julio de 2025
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Tensión, rupturas y alianzas a contrarreloj: cómo se reconfigura el mapa político bonaerense de cara a las elecciones

A horas del cierre del plazo para la inscripción de alianzas en la provincia de Buenos Aires, el escenario político se recalienta y anticipa una elección legislativa marcada por la fragmentación, las disputas internas y el desconcierto estratégico. En un año atípico —por ser la primera elección legislativa provincial desdoblada de la nacional desde 1983—, las principales fuerzas negocian contra reloj para evitar fracturas y definir el rumbo de cara a los comicios del próximo 7 de septiembre.

En La Plata, donde se renuevan bancas en la Legislatura bonaerense, el Concejo Deliberante y el Consejo Escolar, el impacto de estas negociaciones será directo. Lo que suceda a nivel provincial se replicará inevitablemente en los armados locales, donde también hay indefiniciones, tensiones y reposicionamientos.

El peronismo, entre la unidad estratégica y las tensiones internas

Tras varios cónclaves encabezados por Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa, el peronismo bonaerense parece encaminado a presentar una lista de unidad, aunque el acuerdo aún no está cerrado del todo. El congreso partidario realizado en Merlo facultó a una comisión negociadora —compuesta por referentes del kirchnerismo y del kicillofismo— a inscribir un frente común, pero los desacuerdos persisten, especialmente en torno al reglamento interno y la distribución de lugares en las listas.

En este armado, el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), impulsado por Kicillof, busca consolidar su peso territorial, mientras La Cámpora y el massismo intentan preservar su capacidad de incidencia. El objetivo compartido es evitar internas que fragmenten el voto opositor en un contexto donde el Gobierno nacional avanza con políticas de ajuste que afectan fuertemente al electorado bonaerense.

En paralelo, sectores del peronismo disidente —como los intendentes Fernando Gray, Julio Zamora y el exintendente Juan Zabaleta— mantienen distancia con la conducción actual y exploran alianzas con espacios vecinalistas o con figuras como Facundo Manes.

PRO y La Libertad Avanza: una alianza inestable con fisuras territoriales

Aunque en la cúpula nacional ya se anunció el acuerdo entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, la situación dista de estar consolidada en los municipios. En varios distritos, los intendentes del PRO resisten sumarse formalmente a la estructura libertaria y advierten que podrían competir por fuera o reconstruir alianzas con actores tradicionales como la UCR o espacios vecinalistas.

Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro encabezan las negociaciones con los representantes bonaerenses de Javier Milei, pero el clima interno está lejos de ser armónico. La promesa de blindar los territorios gobernados por el PRO no alcanza para calmar los recelos, y los desacuerdos por el armado de listas seccionales son frecuentes.

En muchos casos, las tensiones se deben a que LLA busca imponer candidatos propios, incluso en distritos donde el PRO tiene gestión consolidada. La disputa no es menor: se define quién controlará las bancas y el armado territorial en una provincia clave para el mapa político nacional.

El radicalismo y los espacios de centro buscan escapar de la polarización

Por fuera de los dos grandes polos, el radicalismo bonaerense intenta posicionarse como una tercera vía. Conducido por un esquema mixto entre oficialismo y oposición interna, la UCR apuesta a un armado “por el centro”, junto a la Coalición Cívica, el GEN, vecinalistas y parte del monzoísmo.

El diputado Facundo Manes, distanciado de la conducción partidaria, articula una alianza alternativa junto al cordobés Juan Schiaretti. La pregunta es si logrará sumar volumen político sin quedar atrapado entre los egos y la falta de estructura.

En La Plata y otros distritos, algunos sectores radicales impulsan competir con la histórica Lista 3, en busca de recuperar identidad partidaria y alejarse de la impronta que dejó la alianza con el PRO.

Una campaña marcada por la desconfianza y el cortoplacismo

La crisis de representación que atraviesa a todos los espacios políticos también impacta en la configuración de alianzas. La fragmentación interna, las lealtades cuestionadas y el resultadismo como lógica dominante condicionan los acuerdos y dificultan la construcción de un proyecto político sostenido.

En ese contexto, la izquierda avanza con una estrategia menos fracturada que en otras oportunidades, y sectores vecinalistas analizan jugar sus propias cartas en escenarios locales.

El próximo 19 de julio, cuando venza el plazo para la presentación de listas, se conocerá la foto final de un proceso de negociaciones caóticas y repleto de incertidumbres. En la provincia y en La Plata, la disputa no será solo por bancas, sino también por el control simbólico y real de la oposición al gobierno de Javier Milei.

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