El último temporal que azotó a La Plata y la región dejó un saldo devastador para los pequeños productores del cordón verde. La intensa caída de granizo y los fuertes vientos arrasaron con invernáculos, estructuras y cultivos en localidades clave como El Peligro, El Pato y el Parque Pereyra. Allí, decenas de familias campesinas perdieron no solo su producción, sino también su principal fuente de sustento.
Los trabajadores afectados lanzaron un llamado urgente a los gobiernos nacional, provincial y municipal para que actúen con rapidez y destinen recursos que permitan la recuperación de las quintas. “La tormenta destruyó nuestras producciones y gran parte de nuestras esperanzas de seguir trabajando”, expresaron desde el sector a través de sus redes sociales.
Además del impacto directo del fenómeno climático, los productores señalaron que esta situación se agrava en un contexto de ajuste y desfinanciamiento de programas estatales destinados a la producción familiar. En ese sentido, apuntaron contra la falta de políticas públicas concretas que resguarden a las economías regionales, ya golpeadas por la suba de costos y la caída del poder adquisitivo.
“El temporal nos dejó sin nada. Somos quienes garantizamos la verdura fresca en la mesa de miles de familias. Por eso exigimos una respuesta inmediata de los organismos que tienen responsabilidad en esto”, insistieron.
El reclamo no es nuevo. En los últimos años, las producciones del cordón hortícola platense han sido repetidamente afectadas por tormentas, heladas y olas de calor, sin que se implementen medidas estructurales que fortalezcan la resiliencia del sector. Pero esta vez, aseguran, el daño fue “total”.
Por eso, desde las organizaciones que agrupan a los pequeños productores, convocaron a funcionarios y referentes del ámbito político a recorrer las zonas afectadas para dimensionar en persona la magnitud del desastre. “Los invitamos a nuestras quintas. Necesitamos respuestas concretas, no promesas”, concluyeron.
Cabe destacar que el cordón verde platense es uno de los principales abastecedores de verdura fresca para el Gran La Plata y buena parte del AMBA. Su parálisis no solo golpea a los productores, sino que puede impactar directamente en el precio y el acceso a alimentos básicos para miles de consumidores.
