Sábado 10 de mayo de 2025
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UCR Bonaerense: Acuerdan un cogobierno para evitar la intervención judicial

Los sectores de Maximiliano Abad y Martín Lousteau alcanzaron un acuerdo de conducción compartida en el Comité Provincia, desactivando la escalada de tensiones internas y postergando una resolución judicial por las elecciones de octubre de 2024.

La Unión Cívica Radical (UCR) de la provincia de Buenos Aires logró desactivar una crisis interna que amenazaba con derivar en una intervención judicial. Tras meses de enfrentamientos y acusaciones cruzadas por presuntas irregularidades en las elecciones internas del 6 de octubre de 2024, los sectores liderados por el senador nacional Maximiliano Abad y el presidente del partido a nivel nacional, Martín Lousteau, pactaron un cogobierno para el Comité Provincia. Este acuerdo, anunciado en mayo de 2025, establece una conducción compartida que busca garantizar la estabilidad del partido mientras la Justicia Electoral resuelve las impugnaciones presentadas por ambas facciones.

Un acuerdo para frenar la tormenta

El pacto, descrito como una “tregua institucional”, asigna roles clave a los dos candidatos que compitieron en las internas: Miguel Fernández, respaldado por Abad, encabezará un grupo de contingencia para liderar el Comité Provincia, mientras que Pablo Domenichini, apoyado por Lousteau y Facundo Manes, dirigirá la Convención, encargada de definir las alianzas electorales de cara a las elecciones legislativas de 2025. Esta solución, que estará vigente hasta que el juez electoral Alejo Ramos Padilla emita un fallo definitivo, busca evitar una fractura mayor en el radicalismo bonaerense, un distrito clave por su peso electoral.

El acuerdo llega tras un proceso electoral marcado por la controversia. Según el escrutinio provisorio, la lista “Unidad Radical” de Fernández se impuso con el 55,38% de los votos frente al 44,62% de “Futuro Radical”, liderada por Domenichini. Sin embargo, el sector de Lousteau denunció irregularidades en distritos como Quilmes, La Matanza y Ezeiza, mientras que el oficialismo acusó a sus oponentes de intentar manipular resultados. La Cámara Nacional Electoral ordenó repetir los comicios en tres mesas de estas localidades, lo que intensificó las tensiones y llevó a ambas partes a explorar una salida negociada.

Las claves del cogobierno

El cogobierno no solo responde a la necesidad de evitar una intervención judicial, sino que también refleja la voluntad de ambos sectores de reposicionar a la UCR como una fuerza competitiva en un contexto político dominado por el gobierno de Javier Milei y las disputas entre el PRO y el peronismo. Según fuentes cercanas al acuerdo, la conducción compartida permitirá al partido centrarse en la construcción de una “alternativa sólida” para 2025, alejándose tanto del oficialismo libertario como del kirchnerismo.

“Es un primer paso hacia la unidad institucional. Ahora queda ver si los sectores de Abad y Lousteau logran confluir en el mediano plazo”, señaló el periodista Juan Rubinacci en un post en X, resumiendo el sentimiento de cautela que prevalece en el radicalismo bonaerense. Por su parte, el medio La Provincia Bs As destacó que el pacto incluye un compromiso para trabajar en conjunto contra el “Súper-IVA” y las políticas de Milei, marcando un intento de proyectar una agenda unificada.

Un radicalismo dividido, pero en pausa

La interna de octubre de 2024 dejó al descubierto profundas divisiones dentro de la UCR bonaerense. El sector de Abad, apoyado por Gustavo Posse y una veintena de intendentes del interior, defendió la autonomía del radicalismo provincial frente a lo que calificaron como una “colonización porteña” liderada por Lousteau. En contraste, “Futuro Radical” apostó por una renovación del partido, acusando al oficialismo de alinearse con estrategias electorales que debilitaron a la UCR en los últimos años.

Las acusaciones cruzadas de fraude y las denuncias de violencia, como la irrupción de una supuesta patota en la sede del Comité Provincial en La Plata, llevaron la disputa al borde del colapso. Sin embargo, la presión por mantener la relevancia política del partido en un año electoral clave impulsó el acuerdo. “La UCR bonaerense baja las armas y se encamina a una tregua interna con un comité conjunto hasta las elecciones”, informó La Provincia Bs As en X, subrayando el carácter transitorio del arreglo.

Mirando hacia 2025

El cogobierno no resuelve las tensiones de fondo entre Abad y Lousteau, cuya rivalidad se trasladó incluso al Senado, donde protagonizaron un duro cruce en marzo de 2025 por diferencias en la estrategia partidaria. Sin embargo, el pacto ofrece un respiro para que la UCR bonaerense reorganice sus fuerzas de cara a las elecciones legislativas, donde buscará consolidarse como una alternativa frente a los “extremos” del oficialismo y la oposición kirchnerista.

Mientras la Justicia Electoral define el resultado final de las internas, el radicalismo apuesta por este doble comando para proyectar unidad y recuperar terreno en la provincia de Buenos Aires. La pregunta que persiste es si esta tregua será suficiente para sanar las heridas internas o si, como advierten algunos analistas, solo posterga una batalla que definirá el futuro del partido.

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