El panorama salarial vuelve a tensarse en Buenos Aires. Udocba formalizó su pedido de reapertura de paritarias y se sumó a la presión de ATE y FEGEPPBA, que ya habían advertido sobre la pérdida del poder adquisitivo. El reclamo llega en un momento de ajustes económicos, subas tarifarias y sueldos que no alcanzan a acompañar el ritmo de los precios.
El gremio docente, conducido por Alejandro Salcedo, presentó una nota al Ministerio de Trabajo bonaerense para que convoque de manera urgente a la Comisión Paritaria Docente. Señalaron que el último acuerdo —un incremento del 5% dividido entre agosto y octubre— dejó un acumulado anual del 25,9%, insuficiente para compensar la inflación y el recorte de gasto impulsado a nivel nacional.
La demanda de los docentes refuerza el pedido que días atrás realizó FEGEPPBA. La federación solicitó al ministro Walter Correa una “convocatoria urgente” a negociación colectiva en el marco de la Ley 13.453. Argumentaron que, tras las elecciones, es necesario actualizar los sueldos frente a la inflación, incluso con “algún punto de recuperación de lo perdido”. Para los estatales de la región capital, esta situación se siente de forma directa en el bolsillo.
ATE también había insistido en abrir una nueva ronda de negociación. El 22 de octubre, el gremio liderado por Claudio Arévalo pidió sostener una paritaria “abierta y permanente” para recomponer salarios. En agosto, los estatales bajo la Ley 10.430 habían acordado otro 5%, pagadero en septiembre y noviembre. Ese ajuste quedó desfasado frente a una inflación que, aunque desacelerada, continúa por encima de los aumentos pactados.
La discusión impacta especialmente en La Plata, donde el empleo público provincial tiene un fuerte peso en la economía local. Con gremios en alerta y el cierre del año cada vez más cerca, el Gobierno bonaerense enfrenta el desafío de encarar una negociación que definirá el rumbo de los salarios en un escenario de desgaste sostenido.
