Julio Alak tuvo su noche este sábado. Fue en el club Atenas, que desbordó de militancia peronista para escuchar al ex intendente y a la figura estelar de la noche, la intendenta de La Matanza, Verónica Magario. El anfitrión demostró su capacidad de movilización y convocatoria en medio de la lucha intestina del peronismo local, que busca volver a conducir. Clamó por la unidad del peronismo reivindicando la figura de la ex presidenta y pidió dejar personalismos de lado. La jefa comunal matancera arengó a los presentes: “Claro que vamos a volver. A este gorilaje lo sacamos con las urnas”, dijo.

El llamado a la unidad del movimiento y la militancia fue el eje que atravesó todo el acto, montado en el polideportivo del club de avenida 13, con mezcla de la vieja liturgia peronista y la puesta en escena que la etapa K sumó a sus actos de campaña. Pantalla led gigante detrás del escenario con transmisión en vivo de las imágenes que del lugar se tomaban desde una grúa; bandas de música con bombo y trompeta; locución de los presentadores arengando y generando expectativa sobre la llegada de ambos dirigentes como si se tratara de rock star.

Ante unos 5.000 militantes, el ex ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación hizo gala de su oratoria y conocimiento del terreno agradeciendo puntualmente la presencia sindical y destacó la presencia del movimiento obrero “como columna vertebral del movimiento peronista”. “Con el peronismo universitario, los movimientos sindicales y las estructuras políticas territoriales vamos a poner un freno al poder económico”, dijo. Y agregó: “El desafío es la unidad de la militancia para que presione desde las bases a la dirigencia”.

“Contra la vieja estrategia del poder económico de dividir y reinar, la respuesta es la unidad del movimiento Nacional justicialista”, remarcó Alak y pidió “dejar de lado las ambiciones personales para poder luchar contra este gobierno neoliberal que somete al pueblo al hambre y la exclusión”.

El cierre estuvo a cargo de Magario, quien dejó un mensaje abierto sobre una eventual candidatura suya por una senaduría nacional. “Quiero defender a cada uno de los padres, niños y abuelos no sólo de la provincia, sino de todo el país”, dijo. Conductora del distrito más populoso de la provincia, Magario avanza con la mirada puesta en el futuro de mediano plazo. La gobernación bonaerense. No son pocos los dirigentes que piensan que es la gran carta del peronismo para disputar ese sillón en 2019. Por si acaso, Magario ya apunta sus caños a la espada del macrismo, María Eugenia Vidal.

Siempre sobre la tónica de la unidad, defendiendo la etapa kirchnerista y personificando al enemigo político en el liberalismo que –afirman- encarnan Macri, Vidal y Garro en la ciudad, la matancera arengó cuando desde la muchedumbre emanaba el cántico “a volver, a volver, vamos a volver…”. “Claro que vamos a volver. A este gorilaje lo sacamos con las urnas”, dijo.