A pesar del anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre un supuesto acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por US$ 20.000 millones, el Banco Central (BCRA) sigue perdiendo reservas y el mercado continúa mostrando signos de desconfianza.
En la última jornada, la autoridad monetaria tuvo que vender otros US$ 84 millones, profundizando la racha negativa y acumulando una pérdida del 5,5% de su tenencia total en solo nueve días.
El Gobierno intentó instalar la idea de que el acuerdo con el FMI, junto con aportes del Banco Mundial, el BID y la CAF, fortalecería las reservas hasta alcanzar un nivel cercano a los US$ 50.000 millones. Sin embargo, la vocera del FMI, Julie Kozack, fue tajante al aclarar que el monto final y el cronograma de desembolsos serán determinados por el directorio del organismo, sin confirmar la cifra anunciada por Caputo ni garantizar que los fondos lleguen de manera inmediata.
Un mercado cada vez más escéptico
La reacción de los mercados no fue la esperada por el Gobierno. Tras la declaración de Caputo, las acciones argentinas subieron levemente, pero la corrección del FMI revirtió la tendencia y generó caídas de hasta el 3,4% en Wall Street. Mientras tanto, los bonos en dólares mostraron un repunte moderado y el riesgo país descendió levemente a 759 puntos básicos.
El malestar en los inversores se profundizó cuando el Banco Nación tuvo que intervenir para evitar un colapso en la última licitación de deuda en pesos. Ante el desinterés del mercado, la entidad estatal compró el 89% de los bonos emitidos por el Tesoro, asumiendo un riesgo que compromete su balance y aumentando las dudas sobre la sostenibilidad de la estrategia oficial. A pesar de esta maniobra, el Gobierno no logró renovar la totalidad de los vencimientos y dejó sin resolver el destino de $3 billones que podrían presionar aún más al tipo de cambio.
El temor a una nueva devaluación
La incertidumbre cambiaria quedó expuesta en el crecimiento de la demanda de instrumentos dolarizados. Los bonos atados al dólar representaron el 18% del total adjudicado en la última licitación, la mayor proporción desde julio de 2023, y el mercado de futuros mostró subas del 2%, reflejando la expectativa de una posible devaluación en el corto plazo. Además, la cotización del dólar MEP y el Contado con Liquidación (CCL) siguió en alza, cerrando en torno a los $1.298 y $1.299, respectivamente.
El escenario actual recuerda los episodios de 2018, cuando Caputo, al frente del Banco Central durante el gobierno de Mauricio Macri, intentó contener la corrida con intervenciones que terminaron agotando las reservas sin frenar la volatilidad. Ahora, la historia parece repetirse: el BCRA sigue perdiendo dólares, el financiamiento externo no está asegurado y el mercado da señales claras de desconfianza.
En este contexto, el impacto sobre la economía real y el bolsillo de los argentinos es inminente. Con un tipo de cambio presionado, tasas en alza y una inflación que sigue afectando el poder adquisitivo, las señales de estabilidad que busca transmitir el Gobierno aún no logran despejar la incertidumbre.