Un nuevo trabajo de CELAG Data volvió a poner bajo la lupa a un sector clave del mapa político argentino: los 17,5 millones de votantes que no acompañaron a La Libertad Avanza en las últimas elecciones legislativas. Con más de 12 mil respuestas, el estudio no pretende representar al total de la población, sino comprender cómo piensa, qué demanda y cómo evalúa el rumbo del país este amplio bloque opositor que, en términos numéricos, sigue siendo determinante.
Para La Plata —donde el impacto de la inflación y el ajuste se siente con fuerza en el consumo local y la actividad comercial— las conclusiones permiten leer tendencias que también atraviesan al electorado de la región.

Un electorado con identidad política definida
CELAG detecta un grupo opositor ideologizado y con una lectura crítica del Gobierno nacional. El 71% considera indispensable que este espacio construya un programa propio para competir en 2027, mientras que el 65% entiende que la sociedad “no es mayoritariamente afín” a las ideas de Milei.

La economía aparece como el hilo conductor del descontento: el 88% percibe que los precios aumentan “cada día”, señal de un deterioro que afecta de forma directa salarios, jubilaciones y consumo, particularmente en centros urbanos como La Plata.
Privatizaciones y ajuste: el límite más claro
Entre los datos más contundentes del informe aparece el rechazo a las privatizaciones. El 97% rechaza entregar al sector privado áreas consideradas estratégicas y reclama más presencia estatal en salud, vivienda y servicios esenciales.

Las respuestas exhiben un patrón consistente:
- 90% exige que el salario mínimo llegue al millón de pesos.
- 96% plantea elevar la jubilación mínima hasta cubrir dos canastas básicas.
- 76% pide fortalecer el sistema público de salud.
- 97% reclama mayor intervención estatal en materia habitacional.
- 78% rechaza pagar la parte “ilegal e ilegítima” de la deuda con el FMI.
En síntesis, este electorado demanda un Estado activo y políticas públicas de contención frente al deterioro social.
Cristina Kirchner y Axel Kicillof, las figuras mejor valoradas
La encuesta también mide niveles de imagen y atributos. Allí se destaca que las figuras del peronismo encabezan las preferencias: Cristina Fernández de Kirchner, Axel Kicillof, Juan Grabois y Leandro Santoro ocupan los primeros lugares.
Algunos números centrales del relevamiento:
- 68% sostiene que Cristina Kirchner y Kicillof deben seguir alineados.
- 71% considera a la expresidenta víctima de una “injusticia”.
- Cristina es asociada a liderazgo; Kicillof, a capacidad de gestión; Grabois, a valentía y proyección.
Para este electorado, la “unidad” no es solo un acuerdo electoral coyuntural: implica un proyecto común que enfrente al mileísmo con una propuesta programática coherente.
Diagnóstico crítico sobre la situación actual
El 96% señala que la economía empeoró desde la llegada de Milei. La caída del salario real, los aumentos de precios y el retroceso del consumo explican buena parte del malestar.
Además:
- 59% responsabiliza directamente al Presidente por el escenario actual.
- Solo un 9% sostiene que la crisis actual es más profunda que la de 2001.
La preocupación por la calidad institucional también crece: el 86% considera que la democracia retrocedió en estos dos años. El Poder Judicial aparece como el ámbito con menor nivel de confianza, con el 65% de rechazo.

Un clima social marcado por la incertidumbre
Aunque el rechazo al Gobierno es fuerte, el estudio también revela un ánimo atravesado por el desencanto. Para el 51%, “el país ya no tiene arreglo”, mientras que apenas un 37% cree posible derrotar al oficialismo en futuras elecciones.

Sin embargo, un 45% evita conclusiones definitivas y cree que “todavía queda tiempo”. Según CELAG, ese sentimiento “en disputa” depende tanto del deterioro económico como de la capacidad de la oposición para construir un horizonte político convincente.
Para una ciudad como La Plata, donde la política provincial y nacional tiene impacto directo sobre la dinámica económica y laboral, estas señales ayudan a comprender cómo se reconfigura el humor social y cuáles son las demandas que podrían incidir en el escenario de 2025 y 2027.


