Un entramado de falsas inversiones en criptomonedas y supuesta tecnología financiera dejó al descubierto un nuevo fraude en La Plata. Más de 200 personas denunciaron haber perdido sus ahorros tras la repentina desaparición de los fondos que habían depositado en una plataforma digital. El monto estimado del perjuicio supera los 250 mil dólares.
El fraude detrás de una falsa promesa de éxito
La maniobra se presentó como una aplicación de “inversiones automatizadas con tecnología avanzada”, con balances iniciales que mostraban ganancias constantes. Esa estrategia generó confianza entre los primeros usuarios, quienes no solo invirtieron más, sino que sumaron a familiares y amigos al esquema.
Sin embargo, como en todo sistema piramidal, las supuestas ganancias dependían exclusivamente del ingreso de nuevos aportes. Cuando la cadena se rompió, el dinero desapareció de un día para el otro, dejando a cientos de personas sin respuesta.
El rol de las redes sociales y los grupos exclusivos
Los organizadores no se limitaron a la plataforma web. Para captar inversores desplegaron una campaña en Instagram y Facebook mostrando autos de alta gama, viajes y un estilo de vida de lujo. El marketing aspiracional fue clave para seducir a los futuros damnificados.
A la par, crearon grupos cerrados en WhatsApp y Telegram que funcionaban como espacios de confianza y asesoría financiera. Allí se difundían supuestas estrategias de inversión y se reforzaba la ilusión de pertenecer a una comunidad de “inversores exitosos”.
La primera denuncia y el inicio de la investigación
El caso se destapó cuando un abogado de La Plata denunció haber perdido casi todos sus ahorros, alrededor de 5.000 dólares. Según relató, al principio la cuenta le mostraba saldo positivo, pero poco después quedó vacía. Su testimonio fue el puntapié para que la Justicia reuniera pruebas como capturas de pantalla, chats y publicaciones promocionales que documentaban la operatoria.
La causa fue caratulada como “estafa reiterada y asociación ilícita”. Los fiscales trabajan ahora en identificar a los responsables, rastrear los fondos y frenar la captación de más víctimas.
Un patrón que se repite en la ciudad
El caso se suma a otras estafas piramidales que se investigan en los tribunales penales platenses. En julio pasado fue detenido un hombre acusado de liderar un esquema Ponzi en el que más de 30 personas perdieron sus ahorros. Según el expediente, ofrecía servicios financieros sin autorización del Banco Central y pagaba a los primeros inversores con el dinero que aportaban los nuevos.
Más recientemente, también se conocieron las denuncias de una mecánica dental y un docente platense que aseguran haber sido despojados de millones de pesos en plataformas similares. En estos casos, la mecánica incluyó presiones constantes para realizar más aportes, promesas de rentabilidades extraordinarias de hasta el 800% y la exhibición de saldos virtuales que jamás pudieron retirarse.
El nuevo mapa del delito financiero
Lejos de las escenas clásicas del delito, estas estafas se montan en el mundo digital, donde no hacen falta armas ni violencia física. Alcanzan las redes sociales, un discurso convincente y plataformas virtuales capaces de mostrar resultados ficticios.
En La Plata, los investigadores advierten que este tipo de maniobras no solo generan pérdidas millonarias, sino que además se multiplican con rapidez, apoyadas en la confianza y el boca a boca entre conocidos.
La Justicia trabaja ahora contrarreloj para evitar que el fraude siga sumando damnificados y para determinar si detrás de estos casos aislados se esconde una estructura más grande que podría estar operando en la región.