A menos de dos semanas de las elecciones provinciales, la Octava Sección Electoral (La Plata) se convirtió en un dolor de cabeza para La Libertad Avanza (LLA). Los números que maneja Sebastián Pareja, operador político de Karina Milei en Buenos Aires, muestran un retroceso claro en la capital bonaerense, donde el peronismo se revitalizó al calor del shock de obras impulsado por el gobernador Axel Kicillof y el intendente Julio Alak.
El panorama para los libertarios se agravó tras el cambio de último momento en la boleta local: Francisco Adorni reemplazó a Juan Osaba como cabeza de lista, en una jugada que buscó aprovechar el apellido del vocero presidencial. Sin embargo, la maniobra no surtió efecto. Adorni no tiene nivel de conocimiento en la ciudad y arrastra denuncias vinculadas a supuestos pedidos de retornos en el PAMI, un antecedente que golpea la imagen libertaria en todo el territorio.
Mientras tanto, el oficialismo local apostó fuerte. Alak lleva como primer candidato al Concejo Deliberante a su secretario de Obras Públicas, Sergio Resa, con una campaña enfocada en la transformación urbana. Según las encuestas, esta estrategia le estaría dando aire al peronismo, que se muestra en ventaja sobre LLA en la capital provincial.
Una elección seccional que desvela a la Casa Rosada
El escenario platense no es aislado. En la Casa Rosada reconocen que una derrota en la Octava puede convertirse en símbolo de un derrumbe mayor, justo en el distrito donde conviven las tensiones nacionales y provinciales. No es casual que Pareja haya intentado relativizar los resultados, asegurando que el 7 de septiembre debe medirse “por secciones ganadas” y no por la sumatoria global de votos.
Sin embargo, los números que circulan en el comando libertario prenden alarmas: si el retroceso se confirma en La Plata y se combina con los malos resultados en otras secciones, la derrota bonaerense puede anticipar un escenario complicado de cara a octubre.
El derrumbe en la Tercera Sección y un triunfo ajustado en la Primera
La situación más delicada para Milei se da en el Conurbano Sur. En la Tercera Sección, la candidatura de Maximiliano Bondarenko no logra despegar y el escándalo de corrupción que golpea a Karina Milei terminó por dinamitar la campaña. El retroceso en distritos clave como Lomas de Zamora —donde Milei y Espert debieron retirarse bajo insultos y piedrazos en una caravana— muestra una caída mucho más pronunciada de la prevista.
En contraste, en la Primera Sección (norte del Conurbano) el oficialismo libertario proyecta una victoria, pero por una diferencia mínima, de apenas cinco puntos. La ventaja en esa zona no compensa la pérdida en el sur.
El interior, otra fuente de preocupación
El informe de Pareja también señala riesgos en el interior bonaerense. En la Cuarta Sección, el intendente de Junín, Pablo Petrecca (PRO), rompió con LLA y se sumó a una alianza con los radicales bajo el sello Somos, lo que arrastró a varios jefes comunales de peso. Allí, los libertarios temen quedar terceros.
El mismo temor aparece en la Segunda Sección, donde la lista de Hechos, impulsada por los Passaglia en San Nicolás y apoyada por el intendente PRO de Pergamino, Javier Martínez, disputa buena parte del electorado libertario. Encuestas locales ubican a Fuerza Patria arriba y a Hechos con un piso cercano al 20%, lo que deja a Milei en riesgo de otro tercer puesto.
En la Séptima, la pelea es cerrada. El peronismo controla municipios de peso como Azul y Olavarría, y los radicales suelen tener buen desempeño. El armado libertario no logró consolidarse y la eventual visita de Karina Milei genera internas: algunos dirigentes la ven como un “salvavidas de plomo”.
Donde todavía resisten los libertarios
Los números de Pareja sólo confirman ventajas claras para LLA en dos territorios: la Quinta Sección (con Mar del Plata como cabecera) y la Sexta (con epicentro en Bahía Blanca). En ambas, sin embargo, el oficialismo y sectores de la oposición advierten que la diferencia se achicó en los últimos días.
En Mar del Plata, la estrategia de Karina Milei se apoya en el arrastre del intendente Guillermo Montenegro, pero la ruptura con los radicales podría restar. En Bahía Blanca, la trágica inundación reciente expuso la ausencia de referentes locales libertarios, un dato que el peronismo y Somos buscan capitalizar.
Una elección clave antes de octubre
La elección del 7 de septiembre en Buenos Aires se perfila como un termómetro para lo que suceda un mes después en la nacional. En la Casa Rosada crece el temor de que una derrota en la provincia actúe como una “PASO encubierta” y marque el pulso del descontento social con el Gobierno.
En La Plata, donde el peronismo encontró un punto de apoyo en las obras y en la gestión local, la caída libertaria aparece como la señal más clara de un cambio de clima político que inquieta a Milei y su círculo más cercano.