Durante la Primera Semana Politológica de la Universidad Católica de La Plata (UCALP), los egresados en Ciencia Política Paulo Bernardo y Federico Alonso subrayaron la necesidad de fortalecer el vínculo entre la investigación académica y la acción pública. En ese marco, destacaron la labor del Observatorio Socioeconómico de la UCALP, dirigido por el profesor Rodrigo Martín, como un espacio clave para generar conocimiento aplicado sobre la realidad local.
Bernardo sostuvo que la política necesita apoyarse en diagnósticos precisos para recuperar su capacidad transformadora. “Hay que profesionalizar la política con observatorios que estén en contacto directo con el territorio, que escuchen y recojan las problemáticas reales de la gente. Cuando la política se alimenta de diagnósticos concretos y no de intuiciones, mejora su capacidad para transformar la realidad”, expresó.
En la misma línea, Federico Alonso remarcó la importancia de conectar el trabajo universitario con la gestión pública: “El Observatorio UCALP es una herramienta que nos permite aportar desde la ciencia política a la resolución de problemas sociales. Los datos primarios nos ayudan a entender mejor los contextos y a diseñar políticas más humanas, eficientes y sostenibles”.
El Observatorio, que trabaja con información de primera mano obtenida en barrios y comunidades de la región, busca fortalecer la investigación aplicada y promover la elaboración de políticas basadas en evidencia. Su aporte es clave en todas las etapas del ciclo de políticas públicas: desde la formulación hasta la evaluación, brindando insumos confiables y sistematizados que orientan la toma de decisiones con criterios de racionalidad y eficacia.
En un contexto donde la gestión pública enfrenta desafíos crecientes —desigualdad, falta de planificación y escasa articulación entre niveles de gobierno—, este tipo de espacios cobran especial relevancia para la ciudad de La Plata y su región metropolitana. La producción de datos locales permite no solo identificar problemáticas específicas, sino también diseñar respuestas más ajustadas a las realidades del territorio.
Los politólogos coincidieron en que el desafío central de la ciencia política actual es consolidar su papel como puente entre el conocimiento y la gestión, generando herramientas que integren análisis, diagnóstico y acción. Una tarea que, según destacaron, puede contribuir al desarrollo humano integral y a una política más cercana, eficiente y responsable.


