A menos de 48 horas de la victoria electoral en la provincia, el gobernador Axel Kicillof capitaliza el resultado como propio. Pero desde La Cámpora y el entorno de Cristina Kirchner le recuerdan que la unidad fue colectiva y que la conducción sigue en disputa.
La contundente victoria de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires —con más de 13 puntos de diferencia sobre La Libertad Avanza— fue leída como un freno al ajuste de Javier Milei y un espaldarazo a la gestión de Axel Kicillof. El gobernador bonaerense se mostró eufórico, reivindicó su estrategia de desdoblar las elecciones y recibió el respaldo de la militancia que coreó “es para Axel la conducción”.
Sin embargo, la luna de miel duró poco. Desde La Cámpora, con epicentro en el departamento de Cristina Kirchner en San José 1111, comenzaron a marcarle la cancha: el triunfo es de todos, no solo del mandatario.
Cristina, garante silenciosa de la unidad
Aunque no hubo comunicación directa entre Kicillof y la expresidenta tras el triunfo, Cristina Kirchner envió un mensaje grabado que se reprodujo en el búnker de Fuerza Patria, saludando al pueblo bonaerense y celebrando el resultado como un límite al gobierno nacional.
Dirigentes como Mayra Mendoza, Horacio Pietragalla y Gustavo Menéndez replicaron en redes que “la victoria es de Cristina” y que fue su “paciencia e inteligencia” la que sostuvo la unidad frente a Milei. En el comunicado oficial del PJ bonaerense, el nombre de Kicillof brilló por su ausencia.
Interna en ebullición: ¿quién conduce el peronismo?
La tensión entre el gobernador y el cristinismo duro no es nueva, pero se reavivó con el resultado electoral. Kicillof desdobló los comicios pese a las presiones internas y logró una victoria que lo posiciona como figura nacional. Sin embargo, desde La Cámpora advierten que los votos fueron “anti-Milei” y que la conducción partidaria aún está en disputa.
La discusión por el liderazgo del peronismo bonaerense —y su proyección nacional hacia 2027— ya está en marcha. Mientras el gobernador suma apoyos externos y se muestra como articulador de una nueva etapa, el kirchnerismo tradicional busca preservar su centralidad.