El precio de la nafta volvió a subir en La Plata y la región y ya superó los $2.000 por litro en la primera semana de diciembre, pese a que el valor internacional del petróleo continúa en baja. La nueva escalada responde principalmente a la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), un ajuste que el Gobierno venía postergando para evitar un mayor impacto inflacionario, pero que ahora comenzó a trasladarse de lleno a los surtidores.
El objetivo oficial es avanzar en el “sinceramiento” del mercado energético y nivelar el precio interno con los valores internacionales. Sin embargo, la aplicación práctica de ese esquema volvió a encarecer el combustible para los consumidores locales, aun cuando el crudo registra un descenso sostenido a nivel global.
Argentina paga nafta más cara que países productores
Actualmente, el litro de nafta en Argentina se ubica cerca de USD 1,36, un valor que supera ampliamente el precio en Estados Unidos, donde ronda los USD 0,80, y se acerca a los niveles de países europeos sin producción petrolera propia.
Según el economista Marco Kofman (Mate), la contradicción es evidente: mientras el precio internacional del crudo cayó alrededor del 28% en dólares desde fines de 2023, el valor del combustible en el mercado interno subió cerca del 9% medido en la misma moneda.
Subas sin aviso y remarcaciones constantes
A esta dinámica se sumó la desregulación impulsada por el ministro Federico Sturzenegger, que eliminó la obligación de las petroleras de informar previamente los aumentos. En la práctica, los usuarios se enteran de las subas recién al llegar a la estación de servicio.
En La Plata, Berisso y Ensenada, los ajustes fueron casi semanales durante los últimos meses, profundizando la sensación de incertidumbre y pérdida de previsibilidad entre los consumidores.
Un impuesto que no vuelve en obras
El Impuesto a los Combustibles Líquidos se actualiza por inflación y tiene destinos específicos:
- Mantenimiento y reparación de rutas
- Obras de infraestructura vial
- Subsidios al transporte público
Sin embargo, muchas de estas funciones hoy se encuentran paralizadas. El cierre de Vialidad Nacional generó fuertes reclamos por el deterioro de las rutas, particularmente en regiones estratégicas como el interior bonaerense, con La Plata como punto central de circulación hacia la Costa Atlántica.
Al mismo tiempo, el recorte de transferencias al transporte público afectó a provincias y municipios, mientras los subsidios nacionales quedaron mayormente concentrados en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Dólar y mercado dolarizado
El mercado de combustibles en Argentina opera bajo un esquema prácticamente 100% dolarizado. Esto implica que cualquier movimiento del tipo de cambio impacta directamente en el precio al público.
“El combustible sube cuando sube el dólar, pero no baja cuando el dólar baja”, explicó Kofman. Desde las empresas sostienen que todavía existe un atraso en relación con sus costos.
Vaca Muerta, más eficiente pero sin impacto en el precio
Lejos de crecer, los costos de producción están bajando debido a:
- Mayor productividad en Vaca Muerta
- Uso de inteligencia artificial en perforaciones
- Nuevas obras de infraestructura, como oleoductos
Sin embargo, esas mejoras no se reflejan en el precio final. “Todo lo que se gana en eficiencia queda para las empresas y no se traslada al consumidor”, señaló Kofman.
Nuevo aumento en enero
El panorama para los automovilistas platenses sigue siendo poco alentador: en enero se espera una nueva actualización del ICL, lo que podría volver a presionar al alza el valor de la nafta.
Con ingresos que corren por detrás de la inflación, llenar el tanque se vuelve cada vez más costoso, en una ciudad donde el automóvil sigue siendo una herramienta esencial para la movilidad diaria.


