Arbolito llega a La Plata con su Simples Vol II

Sabado 18 Mayo, 2024

Arbolito llega a La Plata con su Simples Vol II

Viernes 07 de Abril de 2017

El quinteto desembarca en El Teatro Bar, este sábado a las 21, para mostrar su nuevo material discográfico.

Una vez más, la banda Arbolito regresa a la ciudad y esta vez lo hará para presentar Simples Vol II, su nuevo trabajo discográfico que incluye tres canciones nuevas para celebrar sus 20 años de carrera.

El escenario de El Teatro Bar  (43 N° 632 e/ 7 y 8) recibirá, este sábado a las 21, a este quinteto argentino que supo consolidarse a los largo de estas dos décadas con sus temas de rock y folclore. En esta oportunidad, a las tres canciones que integraron la primera parte de Simples (“Engaño”, “Para la mano” y “La tortilla se vuela”, que se dieron a conocer en junio y agosto del año pasado), le siguen “Una señal”, “En este pasillo del tiempo” y “Sueños”.

“La elección se refleja en la atmósfera oscura de sonido”, expresó Agustín Ronconi (voz, flauta traversa, quena, charango, violín y guitarra), en una entrevista con la agencia de noticias Télam, al referirse a las canciones escogidas de esta segunda etapa.

"Tenemos la particularidad de contar lo que está pasando hoy, y se va contando con los discos”, continuó uno de los fundadores de Arbolito, quien prosiguió: “lo notamos con el libro (Por todas las libertades) que presentamos el año pasado y en el que Diego Skliar decidió contar la historia de la banda paralelamente a la historia del país. Uno sin querer va escribiendo lo que a uno le pasa a lo largo de los años y excede lo musical", expresó en relación a las letras que se reúnen en el volumen II y que este sábado estarán presentando en La Plata.

A diferencia del primer volumen, que estuvo a cargo de Pepe Céspedes (bajista de Bersuit Vergarabat), el trabajo que Arbolito presentará en El Teatro Bar, fue producido por Sebastián Schachtel (tecladista de Las Pelotas). Ronconi explicó el motivo de lanzar el material en volúmenes: “veníamos del DVD Mil colores, que fue una producción gigantesca en todo sentido y estábamos con canciones nuevas, pero no teníamos ganas de embarcarnos en un disco entero por motivos económicos y porque queríamos elegir temas y trabajar con distintos productores. Recién, en la mitad de todos estos 20 años tuvimos una experiencia con Daniel Buira (La Chilinga y ex Los Piojos) y Tito Fargo (Redonditos de Ricota y Gran Martell), y ahora teníamos ganas de probar con distintos productores porque cada uno siempre tiene mucho para dar y aportar distintas miradas”.

La banda, que completan Ezequiel Jusid (voz, guitarra acústica y guitarra eléctrica), Diego Fariza (batería y bombo leguero), Andrés Fariña (bajo eléctrico y coros) y Pedro Borgobello (clarinete, quena, guitarra y voz) empezó como una banda de amigos, “no lo tomábamos como un proyecto de banda a futuro, y en un momento nos dimos cuenta de que había que darle bola porque salía bien, así que se le fue dando más importancia a Arbolito que a nuestros otros proyectos”, recordó Agustín Ronconi, quien tiene “súper presente” ese inicio de la agrupación.

“Con Ezequiel (Jusid) veníamos de un verano en Valizas (Uruguay), habíamos ido con una guitarra y una quena y un cuaderno de canciones del repertorio popular, un poco de folclore, rock y candombe. Cuando volvimos a Buenos Aires, en febrero, empezamos a tocar en el subte y ahí nos invitaron a un festival al aire libre, en una plaza de La Paternal. Decidimos el nombre, invitamos a un percusionista amigo, llevamos la quena, la güira y enchufamos la criolla. Se amplificó toda la espontaneidad y libertad con la que tocábamos y nos dimos cuenta de que sonaba buenísimo. Subimos sin ninguna expectativa y sentimos una sensación de conectar, de que todo fluya de una manera natural”, fue lo que precisó de los comienzos, veinte años atrás.

Este sábado, Arbolito desembarcará con su sonido tan particular, que los hace únicos y que supieron forjar a través de estas dos décadas de recorrer diferentes escenarios, aunque al principio les haya costado hacerse entender, tal cual recordó Agustín, quien se explayó acerca de lo que le sucedió a la agrupación durante sus primeros años: “Arbolito se fue rockeando, porque en realidad es lo que somos. Aprendimos sobre el folclore de grandes, nos enamoramos y dejamos que aflorara. Costó un poco hacernos entender, no nos invitaban a peñas porque quizá éramos medio ruidosos y en el circuito del rock hay que pagar para tocar y no nos interesaba para nada. Nos veían llegar con un bombo legüero o un charango y nos miraban raro. Eso hizo que fuéramos a tocar los domingos a Parque Lezama y gracias a eso amasamos un sonido propio, casi sin darnos cuenta, éramos de las dos partes”.