A días del paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), uno de los gremios clave del transporte, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), confirmó que los colectivos circularán con normalidad el próximo 10 de abril, a pesar de la convocatoria nacional. La decisión responde a la conciliación obligatoria vigente en el conflicto salarial que mantiene el gremio con el Gobierno, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
La medida de fuerza impulsada por la CGT incluye una movilización al Congreso el miércoles 9 al mediodía —en el marco de la tradicional marcha de los jubilados— y un paro total de actividades durante el jueves 10. En La Plata y el conurbano bonaerense, la jornada promete una fuerte adhesión de sindicatos docentes, estatales, bancarios y de salud. Sin embargo, el anuncio de la UTA representa un alivio parcial para los usuarios del transporte público, pero también un golpe a la contundencia de la protesta.
Según trascendió, la conducción del gremio que nuclea a choferes de corta, media y larga distancia, resolvió no interrumpir el servicio de colectivos en ninguna región del país. Aunque en un primer momento se evaluó prestar servicio únicamente en el AMBA, los asesores legales indicaron que, por tratarse de una organización nacional unificada, la medida debía regir en todo el territorio.
Desde la UTA justificaron su decisión en términos legales. Aseguraron que se ajustan a la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo en el marco del conflicto paritario. De no acatarla, advierten, podrían enfrentar sanciones económicas, despidos y más tensiones con un Gobierno que ya presiona a los gremios por la vía de los subsidios. Cabe señalar que solo el 10% del costo real del pasaje es cubierto por los usuarios, lo que convierte al sistema de transporte en uno de los sectores más dependientes del financiamiento estatal.
En contraposición, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que conduce Juan Carlos Schmid, sí ratificó su participación en el paro del 10 de abril. En los próximos días brindarán una conferencia de prensa para anunciar los alcances de su adhesión y visibilizar el impacto de las políticas oficiales en las condiciones laborales del sector. La UTA, que ya no forma parte de la CATT tras la creación de la UGATT junto a La Fraternidad y otros sindicatos, quedó así nuevamente en una posición aislada dentro del universo sindical del transporte.
La decisión de la UTA tendrá un impacto concreto en la ciudad de La Plata, donde el funcionamiento normal del transporte público garantizará cierta movilidad en medio de una jornada que de todos modos se anticipa con alta conflictividad sindical, especialmente en el sector público.