La sesión en la Cámara de Diputados dejó al descubierto la fragilidad política del gobierno de Javier Milei. Con una mayoría abrumadora, el Congreso rechazó los vetos presidenciales que buscaban frenar el aumento de fondos para la Emergencia Pediátrica y las universidades. El resultado no solo marcó una derrota legislativa, sino que encendió la interna libertaria y exhibió el aislamiento del Presidente frente a una oposición fortalecida y aliados cada vez más distantes.
Una derrota que golpea al corazón de La Libertad Avanza
El oficialismo reconocía de antemano que la votación sería adversa, pero confiaba en reducir daños. Sin embargo, el rechazo fue categórico: 181 votos contra 60 en el caso de la pediatría y 174 contra 67 para las universidades. El fracaso dejó a la Casa Rosada sin argumentos y sin capacidad de retener a su tropa, exponiendo la fragilidad de Martín Menem en Diputados y de Lisandro Catalán en el armado político.

Mientras tanto, los mercados reaccionaron en paralelo con un salto del dólar a $1485 y un riesgo país que superó los 1200 puntos. El mensaje fue claro: la política también condiciona la economía, y el oficialismo no logra consolidar ni respaldo legislativo ni confianza financiera.
Fracturas en el PRO y un frente opositor en alza
El rechazo a los vetos reunió a Unión por la Patria, la UCR, Hacemos Coalición Federal y otros bloques, pero también mostró la debilidad del PRO como socio de Milei. Silvia Lospennato votó junto a la oposición, María Eugenia Vidal se abstuvo y otros seis diputados amarillos acompañaron el financiamiento universitario. La interna explotó en plena sesión con fuertes cruces entre Cristian Ritondo, Alejandro Finocchiaro y la propia Lospennato, mientras Vidal se mantuvo en silencio.
Para el oficialismo, el dato más alarmante es que ya no logra disciplinar ni a sus propios aliados, lo que abre un escenario incierto para futuras leyes clave.
Una conducción cuestionada
En el entorno de Santiago Caputo no ocultaron su malestar con la “mala praxis política” de los Menem y de Catalán. Reclaman cambios urgentes en la conducción y advierten que la falta de estrategia golpea la credibilidad del Gobierno en plena campaña electoral. El error de cálculo con gobernadores, la pérdida de apoyos libertarios y la improvisación en las negociaciones son hoy parte de la factura interna que se cobra en Balcarce 50.
Protestas en las calles y un Gobierno a la defensiva
Mientras los diputados votaban, miles de estudiantes, docentes y médicos se movilizaban en defensa de la educación y la salud pública. El oficialismo intentó desacreditar las protestas, acusando a rectores y dirigentes de buscar “desestabilizar”, pero el contraste entre el Congreso y la calle reforzó la idea de un Gobierno cada vez más encerrado.
La respuesta presidencial fue mantener la agenda prevista y proyectar calma, aunque el golpe político es innegable: Milei perdió en el Congreso, en el frente económico y en el terreno simbólico de la calle.