Todo esto ocurrió luego de que el presidente de la Nación, Javier Milei, instara a no pagar impuestos, exacerbando las diferencias entre ambas partes.

Las disputas comenzaron con la reducción de fondos federales que afectaron las finanzas provinciales, seguidas por el llamado de Milei y su grupo a no cumplir con los impuestos provinciales, una postura que generó una profunda división. En este contexto, Kicillof decidió tomar cartas en el asunto.

La conferencia de prensa, realizada en el Salón Dorado de la Gobernación, comenzó con el anuncio de un aumento salarial del 13,5% para todos los trabajadores estatales a partir de marzo. Este incremento también incluye actualizaciones en jubilaciones, asignaciones familiares y programas sociales, con el objetivo de contrarrestar las pérdidas provocadas por las políticas de reducción fiscal propuestas por Milei.

En su discurso, Kicillof destacó la importancia de utilizar los impuestos para beneficiar a los ciudadanos bonaerenses, refutando las críticas sobre el supuesto "impuestazo". Recordó que los ajustes impositivos se realizaron de acuerdo con la Ley Impositiva 2024, asegurando que, en la mayoría de los casos, los impuestos se redujeron en comparación con la inflación, con excepción de un pequeño porcentaje de propiedades de alto valor.

El gobernador también expresó su consternación ante el llamado a la rebelión fiscal realizado por Milei y José Luis Espert, calificándolo como una violación a la ley y a la Constitución Nacional. En este sentido, resaltó la gravedad de la situación y reafirmó su compromiso con el cumplimiento de las obligaciones tributarias establecidas legalmente.

En resumen, el anuncio de Kicillof no solo busca mejorar las condiciones salariales de los trabajadores estatales, sino que también pretende enviar un mensaje claro sobre el uso adecuado de los impuestos y la importancia de mantener el cumplimiento de las leyes fiscales para garantizar el funcionamiento adecuado de la provincia de Buenos Aires.